Para asegurar un rendimiento óptimo de la red y una conectividad sin interrupciones, los hotspots deben instalarse con el espaciamiento adecuado.
Los hotspots deben colocarse a una distancia mínima de 20 metros entre sí para evitar interferencias y saturación dentro de cada hexágono, permitiendo que los usuarios se conecten de manera fluida de un hotspot a otro.
Para más detalles, revisa nuestras directrices de proximidad: